domingo, 25 de agosto de 2013

Avatar

Siempre que oigo hablar de Avatar la presentan como una de las mejores películas de los últimos tiempos, sin duda alguna la más taquillera de la historia. Yo ya la había visto cuando la estrenaron en el cine, pero el otro día, aprovechando un típico día de verano sin nada que hacer, aproveché para verla otra vez.
El argumento es de sobra conocido. Jake Sully, un ex-marine de los Estados Unidos que padeció una lesión y perdió la movilidad de las piernas, tras la muerte de su hermano gemelo científico, es enviado para sustituirle debido a la compatibilidad de sus genes a Pandora, un planeta muy alejado de la Tierra donde los humanos han descubierto un mineral muy extraño que pueden vender por millones. En Pandora viven unos seres llamados na’vi, que viven en armonía con la naturaleza de allí y son ajenos a todas las pretensiones humanas en su planeta.


El programa científico que preparaba su hermano consistía en introducirse en un cuerpo de esa extraña raza, para poder interactuar con ellos e intentar aprender sus costumbres e introducirse en su día a día, para al final poder convencerlos de que se apartaran de su árbol madre, donde bajo sus raíces se oculta el mineral ya antes mencionado. A partir de ahí, Jake entrará en una serie de aventuras donde conocerá a los na’vi, y dudará entre ser fiel y ayudar a su patria, o colaborar con los indefensos na’vi.
Sin duda alguna, la película de Cameron tiene unos efectos especiales fantásticos, de los mejores que he visto, y es lo que más destaca del film. Entornos de un mundo desconocido para el espectador, recreados hasta el más mínimo detalle y con una multitud de invenciones muy ingeniosas, tales como las máquinas que permiten a los humanos introducirse en el cuerpo de un na’vi, pantallas de última tecnología, y en contraposición, especies de caballos o pájaros a los que los na’vi pueden unirse mediante una coleta que poseen en la parte trasera de la cabeza.



En cuanto a la banda sonora, no es muy destacable, pero cumple con la función de guiar al espectador por un mundo desconocido para él.

La historia quizás no sea muy novedosa cuando va avanzando la película, ya que recuerda a una película del oeste, donde un vaquero se va introduciendo poco a poco en una tribu de indios, y éste al final se pone del lado de los indios, pero el guión en sí es original, sobre todo al principio de la película. Cuando va avanzando, comienza a ser un poco predecible lo que sucederá al final.

Quizás la película no sea digna de ser considerada, como muchos consideran, una de las mejores de la historia, pero es muy entretenida de ver y totalmente recomendable, así que ya espero con ansias que rueden las siguientes partes, y volver a sentirme dentro del planeta Pandora.


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