Diez años han pasado ya desde que Harry Potter llegara al cine de la mano de Chris Colombus con "su piedra filosofal", Diez años en los que hemos podido ver al joven mago en situaciones de todo tipo, desde enfrentamientos con dragones, a peleas con serpientes gigantes, pasando por vuelos diurnos sobre Hogwarts a lomos de un hipogrifo. Pues bien, la gran trayectoria, y carrera cinematográfica del joven Potter, tras millones de seguidores y fans, tocaba el jueves 14 de Julio a las 00:00 h a su fin.
Os seré sinceros, he sido uno de los más grandes seguidores del mago más famoso de todos los tiempos. Yo soy de la generación que creció con las películas de Harry Potter y de los que llegaron a la lectura gracias a él. Me conquistaron la manera de Chris Colombus de llevarnos a la magia, de envolvernos con un suave manto de estrellas y nostalgia, Alfonso Cuarón me mostró que hasta un elemento inamovible y común, algo abstracto, como es Hogwarts podía convertirse en un personaje más de la historia, por su parte Mike Newell me llevo a la acción, a la aventura, al peligro y a la emoción en las escenas desgarradoras. El problema fue Yates, cuando llegó, me hizo preguntarme algo: "¿Por qué no aguantan?¿Por qué no mantienen un mismo director, un mismo compositor...?"Dudas que se calmaron en cuanto pensé: "hey, ¿que estas diciendo tio? Es la saga Harry Potter...Saben lo que hacen, han cambiado ya tres veces de director y el resultado no ha sido modificado en absoluto, éste cambio será para bien, seguro..." Meses después mis peores temores se confirmaban. Recuerdo estar en el cine al final de la película y pensar: "¿Esto es Harry Potter?¿Que han hecho aquí?" No sé que decir pero para mí la quinta película de la saga fue la peor, con diferencia.